Cuando compramos un teléfono móvil queremos que nos dure en perfecto estado el mayor tiempo posible. Pero es cierto que el mal uso, o cualquier despiste en un momento dado, puede provocar una avería. También el paso del tiempo indudablemente es un factor que juega en nuestra contra y que provoca que un teléfono se quede obsoleto en, relativamente, poco tiempo.
En este post queremos recordarte la importancia del buen uso de cualquier aparato electrónico, para que este dure mucho más tiempo en perfectas condiciones.
Desafortunadamente, los teléfonos móviles no duran eternamente pero sí es posible alargar su vida útil significativamente siguiendo algunos pequeños consejos. Por ejemplo: usar funda, instalar un cristal templado o hacer limpieza cada cierto tiempo.
A continuación, te vamos a contar cuáles son las averías más comunes en los teléfonos móviles, por qué se producen y posibles soluciones. Aunque en la mayoría de los casos tendrás que acudir a un especialista para que pueda diagnosticar con exactitud y solucionar el problema.
Rotura de pantalla
Seguramente alguna vez te haya pasado también a ti. El móvil se te cae accidentalmente o simplemente se te escurre de las manos sin saber cómo ni por qué y acaba en el suelo. Sin cristal protector el resultado es fácil imaginárselo. En la mayor parte de los casos la pantalla acaba hecha añicos, y si no es así es porque has tenido demasiada suerte.
La rotura de pantalla es una de las principales averías en teléfonos móviles. Por eso, antes de estrenar tu nuevo teléfono te recomendamos ponerle un cristal templado y una funda. Esto evitará que la pantalla acabe hecha trocitos si en alguna ocasión se te cae.
Por eso, la mejor opción es ser precavido y proteger nuestro teléfono antes de comenzar a utilizarlo. También evitar situaciones que no sean seguras, como llevar el teléfono en un bolsillo excesivamente pequeño o colocarlo al borde de la mesa.
Además, este cristal deberás cambiarlo cada cierto tiempo cuando empiecen a aparecer las primeras grietas. Esto será señal de que ha sufrido algún golpe y que ha protegido el cristal principal exitosamente. Pero también significa que cuando tiene cortes está perdiendo efectividad.
Teléfono mojado
Esta es otra de las averías más comunes que podemos encontrar en los teléfonos móviles. La buena noticia es que ya existen muchos modelos de teléfonos que son resistentes a salpicaduras e, incluso, se pueden sumergir. Pero claro, este tipo de teléfonos también tienen letra pequeña, como es lógico. Normalmente pueden sumergirse en agua dulce, y en ciertas situaciones y profundidades muy concretas.
Si alguna vez te ha pasado que se te haya caído el teléfono al agua, siempre es una buena opción recurrir a introducirlo en arroz durante al menos 24 horas. Este es un buen remedio para eliminar la humedad pero si te encuentras en esta situación te recomendamos acudir a un técnico.
La batería dura poco tiempo
Cuando el teléfono móvil tiene cierto tiempo es bastante habitual que la batería empiece a durar menos que al principio. Uno de los principales factores que lo pueden provocar es un mal uso. Cargarlo cuando aún le queda suficiente batería, tener abiertas un montón de aplicaciones, que tenga más de un año y medio o que haya sufrido algún golpe puede ser algunas de las principales causas.
Irremediablemente cuando un teléfono móvil supera el año y medio de vida, sus componentes ya no rinden igual que al principio.
Por este motivo, te recomendamos lo siguiente para intentar que la batería de tu teléfono dure en perfecto estado mucho más tiempo:
- Cargar el teléfono móvil solo cuando sea necesario.
- Evitar utilizar el teléfono mientras este se está cargando.
- Instalar solamente las apps que realmente vayamos a utilizar.
- Hacer limpieza de apps, imágenes y documentos guardados cada cierto tiempo.
Si utilizas el móvil correctamente y notas que la autonomía de tu teléfono móvil se ha reducido drásticamente en poco tiempo, es el momento de que acudas al servicio técnico. También es posible que la batería esté defectuosa por cualquier motivo y cambiarla le haga resurgir.
El teléfono se calienta demasiado
Otra de las averías más comunes que es que cuando el teléfono tiene cierto tiempo empieza a ralentizarse, su rendimiento se reduce drásticamente y empieza a calentarse. Sobre todo, cuando lo utilizamos durante un rato o cuando le exigimos un poco más. Esto puede ser al utilizar alguna aplicación que requiera más recursos o capacidad de la que disponemos.
Una de las posibles causas puede ser una mala actualización del software de nuestro teléfono. También puede ser por alguna app que hemos instalado recientemente que requiere de más potencia o recursos.
En este caso, te recomendamos examinar las aplicaciones descargadas recientemente. Averiguar cuáles consumen más energía y eliminar aquellas que no utilizamos. En definitiva, liberar espacio para que las aplicaciones que necesitamos puedan trabajar adecuadamente.
Si después de desinstalar aquellas aplicaciones que consumen demasiado, o que no utilizamos, seguimos con el mismo problema quizás sea el momento de reiniciar el teléfono de fábrica.
Las llamadas se escuchan mal
Este fallo puede aparecer cuando el teléfono tiene cierto tiempo y no lo hemos cuidado adecuadamente. Poner el teléfono sobre cualquier superficie, guardarlo en los bolsillos, en el bolso, etc., puede provocar que los orificios se taponen por la suciedad. Por eso, resulta imprescindible llevar a cabo una pequeña limpieza cada cierto tiempo. Tanto el auricular como el micrófono son partes del teléfono especialmente sensibles.
Si no lo hacemos, con el paso del tiempo, los orificios se irán taponando y perderemos calidad al realizar llamadas telefónicas.