Resultaría bastante complicado imaginar nuestro día a día sin ayuda de las nuevas tecnologías. Es innegable que estas han repercutido de manera positiva en muchos aspectos de nuestra vida haciéndola mucho más fácil.
Hace tan solo unos años no podríamos imaginar que existirían dispositivos que nos ayudaran a llegar a cualquier destino de cualquier parte del mundo sin perdernos o que podríamos hablar y ver en tiempo real a alguien situado en otro país.
También nos parecía impensable estar pendientes casi las 24 horas del día de algo que pasaría a llamarse ‘smartphone’. O, por ejemplo, que seríamos capaces de trabajar de forma remota y hacer reuniones en empresas de todo el mundo. Eso por solo mencionar rápidamente algunos de los muchos cambios que han supuesto.
Por supuesto, ha cambiado nuestra forma de consumir, relacionarnos y celebrar momentos importantes como la Navidad. Muy lejos quedaron las postales navideñas o el correo ordinario mandando buenos deseos para estas fechas tan especiales. Poco a poco fue sustituido por correos electrónicos o los típicos mensajes de WhatsApp.
Regalos de Navidad
El mundo de los regalos también ha sufrido muchos cambios con respecto a unos años atrás. Desde el tipo de artículos que compramos, hasta la forma de hacer el pago o recibirlos en casa. Y es que cada vez son más las personas que deciden comprar sus regalos sin moverse de casa para evitar desplazamientos y las largas colas que supone ir a una tienda física en estas fechas.
Los regalos tradicionales más recurrentes, como los juegos de mesa o los libros, han dejado paso a las tablets, smartphones o relojes inteligentes. La tecnología y el marketing digital aplicado en las empresas también ha revolucionado nuestra forma de consumir. Las empresas se han visto obligadas a modernizarse para poder seguir sobreviviendo. Ahora es posible comprar cualquier producto en tiendas ubicadas en la otra parte del mundo en un par de clics, a través de sus páginas webs.
Si antes los niños pedían en su carta a los Reyes Magos juguetes, ahora los auténticos protagonistas son las nuevas tecnologías. Videoconsolas, teléfonos móviles, relojes inteligentes, tablets, etc.
Existen multitud de páginas webs, aplicaciones o plataformas donde podemos encontrar prácticamente cualquier tipo de producto que se nos ocurra. Amazon se ha convertido en un auténtico gigante en cuestión de muy pocos años permitiendo al consumidor recibir su compra en un plazo de 24 horas. Independientemente del precio o tipo de producto de que se trate. Lo que ha hecho que el consumidor no tenga que recorrer decenas de tiendas para encontrar el producto que busca, para encontrar disponibilidad o para comparar precios. Ahora es posible hacerlo cómodamente desde casa.
Revolución en la comunicación
La revolución y avance de las nuevas tecnologías también ha supuesto un gran cambio en la comunicación. Ahora es posible ver, hablar y disfrutar de la compañía de amigos o familiares, aunque se encuentren en la otra punta del mundo.
Las videollamadas nos permiten sentirnos más cerca de las personas que físicamente se encuentran lejos. Y es que esto era únicamente posible a través de las costosas llamadas internacionales que ya pasaron a la historia.
Además de las videollamadas existen infinidad de métodos para estar permanentemente conectados. WhatsApp, correo electrónico, redes sociales, etc.
Lo que está claro es que tanto las nuevas tecnologías como Internet han llegado para quedarse y revolucionar nuestras vidas. Muchos de estos aspectos son positivos, aunque, está claro, también tienen aspectos negativos. Algunos de ellos son el aumento de la dificultad de relacionarse o comunicarse directamente con otras personas, el aumento de la vida sedentaria o el consumismo. Sin embargo, si se hace un uso responsable de las nuevas tecnologías no tiene por qué ser negativa la repercusión de estas.
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