Las redes sociales y las nuevas tecnologías forman parte de nuestra vida. Tanto es así que los niños son considerados nativos digitales. Desde que nacen tienen a su alcance multitud de dispositivos electrónicos y, por tanto, tienen un conocimiento mayor de las nuevas tecnologías que sus padres.
Nos resulta bastante familiar ir a un restaurante a comer y ver al niño de la mesa de al lado jugando con la tablet o el teléfono móvil mientras come. El niño que cuando llega a casa del colegio se sienta directamente en el sofá y enciende la tele o los grupos de jóvenes (y no tan jóvenes) que van a una cafetería con amigos y están en silencio mirando su teléfono.
Y es que hoy en día prácticamente todo el mundo tiene un teléfono móvil, un teléfono con Internet, una videoconsola, etc. Está claro que las nuevas tecnologías nos hacen la vida mucho más fácil y nos permiten realizar actividades que, de otra forma, sería imposible. Por ejemplo, una videollamada a tiempo real con un familiar que vive en otro país.
Lo que significa que su uso no tiene por qué ser malo si sabemos cómo hacerlo adecuadamente. Su abuso puede desencadenar problemas de salud, sobre todo en niños y adolescentes. También puede afectar al desarrollo y aprendizaje.
¿Cuál es una señal de que un mal uso de las nuevas tecnologías en un niño? Cuando, por ejemplo, impiden que este pueda realizar otra actividad. Esto podría ser estudiar, leer, jugar, hablar con los padres, etc.
Una pregunta que se hacen muchos padres: “¿Es mala la tecnología en niños?”. Lo cierto es que la tecnología en sí misma no es perjudicial, esto dependerá del uso que se haga de ella. Abusar del uso de las nuevas tecnologías puede provocar un grado de adicción similar a la del tabaco o alcohol.
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Por eso, es imprescindible que los padres hagan una supervisión. No consiste en prohibir por completo su uso, sino en controlar el tiempo diario que se dedica a ello.
Nos gustaría que nos digas como consigues controlar el tiempo que tus hijos dedican a las tecnologías para que los compartamos con el resto de lectores, por favor escríbenos a con_tu_comentario_crecemos_todos@nicos.es
Síntomas de adicción en el uso de nuevas tecnologías
Como hemos dicho antes, abusar de las nuevas tecnologías puede llegar a desarrollar una adicción similar al tabaco o alcohol. A continuación, te vamos a exponer algunos de los principales síntomas que pueden ser una señal de que las nuevas tecnologías se están convirtiendo en una adicción.
- Cuando el uso de dispositivos electrónicos se convierte en el centro de atención para la persona. Por ejemplo, jugar a la videoconsola, visitar las redes sociales, ver vídeos en YouTube, etc. Todo lo demás pasa a un segundo plano.
- Si la persona pasa horas aislada de su familia o entorno, llegando a alterar los horarios de las comidas o sueño.
- Si utiliza la mentira para justificar algunas de sus acciones.
- Si se enfada o está demasiado irascible en aquellos momentos en los que no puede hacer su uso habitual de los dispositivos electrónicos.
Consecuencias del abuso de las nuevas tecnologías en niños
El abuso de las nuevas tecnologías puede llegar a tener graves consecuencias en su aprendizaje y desarrollo normal. Estas son algunas de las principales consecuencias que podrían producirse, sobre todo en niños.
- Dificultad para concentrarse. Las nuevas tecnologías, los videojuegos, las redes sociales, etc, nos enseñan a consumir una gran cantidad de información en cuestión de segundos. En el momento en el que algo te aburre o deja de parecerte interesante es tan sencillo como darle a la opción de avanzar para seguir haciendo o viendo otro tipo de contenido. Esto, a largo plazo, provoca dificultad para concentrarse, sobre todo en niños. Hacerlo les supone un esfuerzo enorme.
- Dificultad para leer textos largos o libros. Al igual que sucede en el caso anterior, la sensación de inmediatez que nos proporcionan las nuevas tecnologías, las redes sociales o los videojuegos, dificulta enormemente la capacidad para relajarse, dedicar tiempo y entender textos largos.
- Mala gestión del aburrimiento. Acostumbrar a un niño a ver contenidos en dispositivos electrónicos, como dibujos, a usar redes sociales, etc. Puede provocar un problema al no saber gestionar el aburrimiento, no saber esperar, y la incapacidad y frustración de no saber controlar ese sentimiento.
- Mayor probabilidad de desarrollar trastornos de conducta. Al pasar largos periodos de tiempo frente a dispositivos electrónicos aumenta la probabilidad de sufrir trastornos de conducta.
- Tendencia al aislamiento. La dependencia a los dispositivos electrónicos provoca que sea prácticamente su único centro de atención.
Consejos para evitar el uso excesivo de dispositivos electrónicos en niños
Las nuevas tecnologías no tienen por qué ser malas, siempre y cuando se haga un uso adecuado de ellas. De hecho, cada vez es más habitual encontrarlas en centros escolares para determinadas asignaturas.
Limitar el tiempo de uso diario para evitar que este sea un impedimento para cumplir con sus obligaciones o conexión con el mundo real. Por eso, es importante organizar planes alternativos que no giren en torno a usar dispositivos electrónicos. Por ejemplo, pasar tiempo al aire libre, dedicar tiempo a hacer actividades en la naturaleza como excursiones, practicar deporte, actividades que favorezcan el desarrollo cognitivo y psicomotriz como la pintura, etc.
Es fundamental ser conscientes de la importancia de hacer un uso racional de las nuevas tecnologías, especialmente en niños. Es recomendable priorizar las obligaciones y diferenciar entre los días laborales de los festivos.
Es totalmente desaconsejable utilizar este tipo de dispositivos justo antes de dormir. La luz azul que desprenden puede dificultar la conciliación del sueño, ya que las ondas que emiten son estimulantes.
Los adultos, como responsables, deberán de dar ejemplos y hacer también un uso racional de ellos.
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